El poder estar en el mar o en la montaña nos ayuda a relajarnos y a estar más tranquilos y serenos. Siempre veo en el mar ese oceano infinito que me trae la paz y la serenidad desde que era chiquita cuando lo contemplaba salian de mis ojos una suaves y delicadas lagimas que humedecian mis mejillas , creo que el mar me ponia sensible y me hacia conectar con esa parte tan tierna y delicada que era. Hoy sigue teniendo el mismo efecto en mi. Gracias le doi a la vida por todo lo que nos ofrece la naturaleza
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