lunes, 30 de septiembre de 2013

¡Buenos días!.
  Hoy me he dado cuenta que pocas veces escucho mi cuerpo, raramente lo aprecio y reconozco su importancia en mi vida. A veces me siento "mal", tengo algunos síntomas que considero inadecuado y pesado y lo suprimo con la ingesta de algún medicamento, actúo como si tuviera la luz roja del aceite encendida y, en lugar de averiguar la causa de la luminosidad, quito la bombilla y a si no la veo. Evidentemente, el problema que ha producido el encendido de la bombilla persiste y, claro, en algún momento el motor del coche se quemará.
 Pero ahora me doi cuenta de que mi cuerpo está constantemente enviándome señales acerca de su mayor o menor grado de bienestar, él me trasmite lo que necesita para volver a su estado natural de bienestar.

  Volveré a oir a mi cuerpo con mucha atención, lo prometo.

 ¡Feliz dia!                                             Luisa

1 comentario:

  1. Muy bueno el símil.
    De todas formas hay que hacer una revisión en el taller de vez en cuando.
    Qué tengas un buen día Luisa

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